Barcelona está dando un paso adelante hacia la justicia climática con el proyecto "Ningú enrere: escucha activa a colectivos vulnerables para garantizar la justicia climática". Esta iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Barcelona en el marco del proyecto europeo LOCALISED, tiene el objetivo de contribuir a la preparación de las ciudades para el cambio climático, contribuyendo a entender qué opciones tienen para identificar y mitigar sus impactos, y cómo pueden implementarse, teniendo en cuenta la justicia energética.

Science For Change ha formado parte de la iniciativa «Ningú enrere: escucha activa a colectivos vulnerables para garantizar la justicia climática«, impulsada por el Departamento de Participación de Urbanismo, Transición Ecológica, Servicios Urbanos y Vivienda del Ayuntamiento de Barcelona, que busca preparar la ciudad para los efectos del cambio climático mediante la descarbonización local y la transición energética. Desde SFC hemos estado diseñando sesiones de escucha activa para compartir, debatir e intercambiar ideas con diferentes colectivos especialmente vulnerables ante el cambio climático, entre ellos: niños, gente de edad avanzada, personas con dependencia y personas de origen cultural diverso.

A menudo, estos colectivos más vulnerables están infrarrepresentados en las políticas públicas sobre procesos de transición energética. Por eso, es importante detectar de manera eficaz las necesidades locales de la población más vulnerable. Es necesario identificar las medidas más útiles para la adaptación al cambio climático, y ajustarlas a cada colectivo para facilitar su implementación, garantizando una justicia climática para todos los colectivos.

Para conseguirlo, SFC ha realizado 9 sesiones, entre los meses de abril y julio, con un total de 80 participantes, para poder conocer su percepción y opinión sobre el cambio climático. Concretamente, se han tratado cuatro ejes temáticos centrales:

  • La climatización en los hogares, la eficiencia energética y las energías renovables.
  • El papel de los espacios públicos en la preparación de la ciudad por el cambio climático.
  • La movilidad, la “Zona de Bajas Emisiones” (ZBE) y los distintos métodos de transporte.
  • El uso de espacios y equipamientos de la ciudad como refugios climáticos.

Muchas de las personas participantes nos han expresado su agradecimiento por ponerlas en el centro y escuchar su opinión. La participación de la ciudadanía es primordial en la generación del conocimiento necesario para diseñar políticas públicas que se ajusten a sus necesidades. A través de los Grupos Focales también se han detectado sus intereses, así como otros aspectos de la ciudad que les preocupan. Las sesiones han funcionado tanto como una vía de comunicación de iniciativas municipales, como un espacio en el que compartir experiencias y trucos caseros de ahorro de consumo energético y agua.

Òscar Larraga

Especialista en Antropología Social y Cultural de Science For Change.

Fruto de las sesiones y gracias a la participación de todos los colectivos, se ha elaborado un informe final, en el que se han recogido las necesidades, inquietudes y carencias de los distintos colectivos. El informe se ha compartido con el Ayuntamiento de Barcelona para que los análisis realizados y las sugerencias propuestas por la ciudadanía se tengan en cuenta a la hora de idear nuevas políticas públicas a favor del cambio climático y del bienestar de la población.

El contexto socioeducativo tiene un peso importante en la escucha y participación activa de la población en cuanto a la forma de abordar y gestionar el cambio climático. Las sesiones realizadas con la ciudadanía han aportado información muy valiosa para poner sobre la mesa y debatir desde múltiples prismas esta cuestión.

Se ha puesto en evidencia un desconocimiento de estos colectivos hacia múltiples aspectos relacionados con el cambio climático, como los impactos, los retos sociales y económicos, las políticas públicas existentes o las estrategias implementadas para hacer frente a la actual crisis climática. También se ha descrito la economía doméstica como un factor limitante que dificulta el acceso a conductas o productos sostenibles.

Los refugios climáticos también han sido un tema de debate durante las sesiones, en las que los y las participantes han resaltado la necesidad de que éstos se mantengan abiertos durante todo el verano, que es cuando son más necesarios.

Por último, las sesiones también han permitido generar un espacio en el que la ciudadanía ha compartido e intercambiado estrategias para reducir su consumo energético y de agua de forma pasiva. Y también, para remarcar aspectos positivos de medidas que ya se están implementando, como los proyectos de pacificación y peatonalización de algunas calles de Barcelona y el buen funcionamiento del transporte público.

Todos los resultados recogidos durante estas sesiones serán esenciales en la construcción y elaboración de nuevas políticas públicas que garanticen una justicia climática. Construir una Barcelona más preparada y justa ante los retos del cambio climático es posible, sin dejar a ningún colectivo atrás en la lucha contra el cambio climático y en la transición hacia una ciudad más sostenible.

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