Ciencia ciudadana para la preservación de las áreas tranquilas en las ciudades

La contaminación acústica es una problemática ambiental más prevalente y presente de lo que pensamos. Está presente en muchos de los entornos en los que nos movemos en nuestro día a día, pero es un concepto complejo de definir.

Cuando hablamos de contaminación acústica nos referimos a la presencia de ruidos que, dependiendo de la duración, lugar y momento en que se produzcan, pueden implicar una molestia, riesgo o daño para personas y animales. Cuando nos referimos a la contaminación acústica hablamos de ruidos, no de sonidos. Aunque acostumbramos a utilizar estas palabras como sinónimas, no quieren decir lo mismo.

Un sonido lo definimos como una variación de la presión de las ondas sonoras que somos capaces de percibir con nuestro oído. En cambio, llamamos ruido a ese sonido que es molesto, incómodo o desagradable, incluso puede alterar nuestro bienestar. Por lo tanto, podríamos decir que pasamos de sonido a ruido cuando hay un desajuste entre el paisaje sonoro y el contexto local.

En los últimos meses hemos estado en una fase de cotesteo de la aplicación, que nos ha permitido evaluar su usabilidad. El objetivo de este proceso de testeo colaborativo era conseguir desarrollar una aplicación inclusiva, que fuera útil para toda la ciudadanía, de manera que todas las personas puedan identificar los entornos acústicos que configuran la identidad de un sitio y que impactan positivamente en la nuestra calidad de vida.

Con todos los registros que realicen las personas usuarias, se irá construyendo un mapa sonoro colaborativo, que estará a disposición de la población, para que pueda consultar los puntos y toda la información recolectada en tiempo real, descubriendo y explorando nuevos espacios urbanos tranquilos en Cataluña.

Podéis ver el programa completo aquí: